Inventario
Al abrir encontré que me quedó el aire. Me quedó un encendedor. Me quedó un sabor. Me quedó el humo del cigarrillo compartido. Me quedó tiempo libre al mediodía. Me quedó un paseo sentado en el banco esperando. Me quedó el frío de calles cruzadas. Me quedó una imagen con tus pasos cortos viniendo. Me quedó un llamado y varios mensajes. Me quedó un sin fin de cartas que no llegaron, que se quemaron, y si llegaron no están y si ardieron ya no estarán. Me quedó la escalera sin ascensor y una tarde sin luz. Me quedó la almohada desnuda. Me quedó la ropa sin prisa. Me quedó tu mirada, de tiza. Me quedó tu aroma a selvanegra y tus manos de enredadera. Me quedó un trozo de cielo y tu hermosa imagen de tu estrella. Me quedó una canción, triste, canción al fin. Me quedó eso, aquel día, esa, aquella tarde. Sumando espacio para guardar más gotas, lágrimas de por medio que se confunden pero tienen sus sabores de sal indescriptibles. Restando tiempos pasados para poder guardar ocasiones futur...