Copa de Sosias - Aquiles venda la herida de Patroclo Hay versiones maravillosas de como el mundo de ayer llegó a ser el mundo de hoy, diferente, sobre el mismo mundo. Cada pueblo de antaño tenía su universo, su forma de ver la realidad. Medirla, seguirla y contarla. Algo extraño, que debería ser normal, es que coinciden en su mayoría, a grandes rasgos, en lo mismo cuentos del como y sus participante no son más que deidades humanas, celosamente humanas, inimaginablemente humanas y sabias. Los en esas visiones, para los ganadores la historia les reserva cantos, alabanzas y deseos. Son los grandes que se ganaron la fortaleza de mantenerse erguidos como dioses ante las miradas de su rebaño. Los griegos, cuyo manojo de poderes recaía sobre los señores del Olimpo, que aventuraban sus andanzas mundanas, generando guerras, movilizando sentimientos e hijos que tenían en misiones de vidas. Manejaban hombres, semidioses adorados y valientes, malos o buenos. Sucumbieron entre su...