Mentira la verdad
El
desaparecido que no muere.
El
desaparecido que cae sobre una impronta lengua de plata y se hunde y
que lo escupe en las playas con la espuma rabiosa de odio que luego,
al ser un desconocido del viento y del pueblo, suele pretender viajar
a Europa. Gozar de las virtudes y los placeres que el muerto
desaparecido puede tener en el mundo moderno, en una revista
fascista, en un cuartel militar.
El
desaparecido que no muere.
Suele
caminar tapando su cara para que el mundo crea que no existe. Se
viste de pobre y goza de su pobreza quemando el suelo de madera,
criando animales en sus nuevas casas que superan el cartón y, por
sobre todo, no niega su desaparición del mundo moderno, recibe de
los que más tienen, entre flashes y luces, lo que sobra de los
poderosos, lo usado no tan usado, lo que ya no queda en cuerpos
torneados y bien alimentados de sus hijos. El desaparecido económico,
que es un número estadístico compartido por la mayoría de los
países, es desagradecido, rencoroso, envidioso y, por sobre todo,
necio al renegar de su lugar en el karma.
El
desaparecido que no muere.
Suele
vivir envuelto en falsedades, progresismo y populares. Tiene a su
merced una guardia pretoriana que tortura, vende, compra y resume
voluntades entre pistolas reglamentarias, balas huecas prohibidas,
seriales limados, bolsas con paco y cocaína. Se detiene en las
esquinas y elije desaparecer a los jóvenes con guiño oficial del
Estado y, si se complica con la rebeldía, muere en una autopista imposible. Desaparece de mentira. Muere de mentira. Te buscan de
mentira. Te quieren convencer de sus mentiras y, cuando aparece el
desaparecido, es por obra y gracias de una única verdad, el pobre,
adolescente, se lo tortura en toda su vida desde pequeño y, al tener
una fecha de vencimiento, los amigos de la muerte se lo tragan en un
banquete oficial.
Luciano
Arruga es el ejemplo de sus mentiras, Julio López es la prueba y la
Policía Bonaerense es la mano asesina de un Estado que aún necesita
desaparecidos por arriba de los 30 mil compañeros que no viajaron a
Europa. Que no se les dio oportunidad de vivir y hacer de este mundo
de mierda uno con menos olor.
Rebelate...
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