Con sólo mirarse...
Ojos que brillan.
Ojos celosos del cielo claro.
Ojos que se concentran saliendo de sus
órbitas para poder encontrarte.
Ojos que se encuentran y se cierran
cuando danzan.
Ojos que, según Cortázar, se unifican
cual cíclope.
Ojos tuyos,
Ojos míos.
Ojos de un entorno agitado.
Ojos que arden.
Ojos de fuego.
Ojos consumidos por el insomnio que
provocan otros órganos devoradores de sueños.
Ojos que sueñan la vida nueva.
Ojos que se cierran y se consumen en
densa niebla.
Y tu rostro pequeño pereciendo
yace en un marco de cuadro, resguardado.
Darío desde La Oscuridad a Diario
Comentarios