Historias de una guerra inventada - Capítulo uno - Guerra
Cartas enviadas desde España en plena guerra a México que acogía refugio a los perseguidos políticos y a las familias que huían de la guerra. https://lamemoriaviva.wordpress.com/2012/11/
Ayer
comí.
Salimos
con mis padres hacia Uruguay.
Dicen
que la guerra por allá aún no llegó. Mi papá no sabe donde queda
Uruguay.
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Ayer comí, señora. Gracias.
Nos
encontramos con dos abuelos que intentaban hacer dedo para ir a
Ecuador. Sus hijos fueron asesinados en Colombia, un grupo de
paramilitares los encerró en plena huida y acribillo al micro
entero. Dicen que murieron todos.
Dicen
que la gente está muriendo por cantidades.
Yo
nunca vi un muerto.
Ayer
comí, creo.
Mis
primos salieron de Caracas el domingo y aún no se sabe donde están.
Papá
no vino anoche y mamá está preocupada, se le nota en la cara cuando
llora.
El Ejército Nacional nos pide que caminemos de día, la noche se pone
peligrosa.
La
milicia nos ayudó,
hoy
comí.
Mi
mamá también.
Mi
papá aún no regresó.
Tropas
con banderas de otros países están entrando por la ruta que estamos
caminando.
Tengo
frío, está lloviendo.
Mamá
encontró una familia que me cuida.
Mamá
fue a buscar comida y aún no volvió.
Ayer
lloré todo el día.
Mamá
no llegó y Papá no está en las listas que la familia Enrique busca
en los corredores del Ejército Nacional.
Comí
carne.
Me
dieron carne que cocinó Mauricio, el Papá de Federico. Mi amigo de
viaje.
Tengo
hambre, llegamos a la frontera con Brasil. Hay helicópteros.
Yo
quiero viajar en helicóptero.
Me
duelen los pies.
Tengo
frío.
Tengo
hambre.
Anotamos
los nombres de la familia que tenían como hija Antonella Almada
García, Venezolana, de Caracas. Esperemos que el Ejército de la ONU
y Brasil rinda los honores.
Su
Padre y Madre murieron en el camino.
No
se puede volver.
Nosotros
dejamos Venezuela, estamos yendo a Bolivia.
Familia
Enrique.
Es lamentable pensar que una guerra en nuestras tierras esté siendo planeada, manejada y concebida.
Es ficticia la historia que estoy contando.
Será diez capítulos con diez historias, con dos finales.
Pero ¿Qué tan ficticia puede ser una historia que se repite, una y otra vez, tantas veces en el tiempo?
Tenemos memoria. Pero el enemigo es poderoso y se vale de la guerra como recurso, está sentenciada, hay dos caminos.
O se avanza o se pierde.
O se avanza o se pierde.
Caminaremos como refugiados mientras toda la humanidad sea expulsada de sus vidas porque unos pocos que tienen todo quieren jugar a la guerra.
Desde La Oscuridad a Diario, Dario.
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