Desvelos radioaficionados



Algunas veces y otras no tanto, pero siempre o casi cuando puedo, pienso que necesito saber en qué universo estás hoy parada, esperando que una ligera señal de luz enfoque tu radiotelescopio y me encuentre a mí, en mi emisión diaria de pensamiento, pensando en ti.
Algunas veces.
Otras uso la cartografía estelar y apunto a la estrella más lejana y brillante del cielo oscuro. No sé si te llega mi señal, sólo espero que mi frecuencia sea la misma, que la onda no se convierta en calor y si lo hace, que sea el mismo calor de verano y tu desnudes entera en la cama, alejada de las noches, las estrellas y del mar inmenso que rodea nuestras tierras.
A veces, uno quiere trepar las nubes, atrapar la luna y adueñarse de tu universo.
Otras, caemos al suelo estrellando el cuerpo sobre la misma verdad que es tan dura como la piedra.
A veces sí.
A veces no.




Desde la Tierra a Marte,
en una sola señal,
existen aproximadamente 9 minutos.
A Marte, no es tanto tiempo.
A tu tierra, si.

Darío desde La Oscuridad a Diario

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