Femenicidios a la carta
25 de noviembre, Día internacional de la eliminación
de la violencia contra la mujer.
Más de medio siglo de aquella tarde en donde Patria, Minerva y María
Teresa murieron apaleadas por un régimen fascista, por cobardes y genocidas tropas
de Leónidas Trujillo, de la hermana República Dominicana. Más de un siglo de
luchas por igualdades lógicas, ni extravagantes ni disparate, en donde el fuego
y la miseria patriarcal ordeno las ejecuciones de mujeres a lo largo del
planeta. Mujeres asesinadas, ultrajadas y ninguneadas por un enemigo que
comparte con el sistema sus armas, sus raíces y sus leyes. Hermanas Mirabal
muriendo por montón en todo el mundo durante años y seguimos mirando para otro
lado, colocando hermosos membretes a las muertas aparecidas, prejuzgando con
total impunidad a las víctimas. Muriendo, como el caso de Rocío y Cantero en
Zarate, ultrajadas, violadas y asesinadas y la impunidad de un sistema
retrogrado, perverso y machista que no hace más que darnos por enterados que es
cómplice.
La mujer, en la vida moderna, muere en bares del sur de nuestro país a
causa de redes de prostitución (En Zárate y Campana también, pero si es bien
visto que una puta de 17 años goza con el dinero y el sexo de trabajadores
fabriles que a fin de año arman asados y putas para todos y nos hacemos los
pelotudos con frases patéticas para defender lo indefendible) o puede optar por
morir a golpes frente a una cámara en manos de un violento marido. También,
salir en televisión asesinada, en plena plaza de Rosario y ante las cámaras de
seguridad urbana, a martillazos. Es claro el mensaje: Apaleadas, violadas,
reducidas a la esclavitud sexual o cualquiera de sus disposiciones, cercenadas
del goce por mutilaciones de sus clítoris, apedreadas por leyes medievales
modernas o expulsadas del cielo por un dios misógino, machista y cínico, o sólo
ser una incubadora sin más derecho que la casa y la limpieza sólo y únicamente
por ser mujer. Y, en este punto digo: ¿Cuántas mujeres avalan este maltrato a
sus compañeras de género, carcomidas con el machismo virulento y patriarcal que
les hace creer que la mujer siempre fue segunda en todo y, por su condición
“débil”, no tiene que hacer más que los quehaceres cotidianos, prejuzgar y
alabar la grandeza del macho que todo lo provee? Esa basura es nuestra mierda y
debemos juntarla.
A nuestro costado, en estos momentos, muere una mujer por maltrato o sólo
por ser mujer cada 36hrs. Ayer, casualmente, un violento mantuvo por televisión
en plena tortura psicológica a dos mujeres y su final no fue otro más que la
muerte de ambas. Si, tienen nombres estos hechos y se llaman femenicidios. Ni
enfermos ni locos, asesinos violentos.
Hoy, en cualquier momento del día caerá otra mujer víctima de este
machismo viral, de esta violencia inusitada que tiene el mundo, que es nuestra
mierda interna que negamos, pero calladamente ofrecemos cuando nos vamos de
putas, cuando insultamos a nuestras compañeras de vida o, simplemente,
aprobamos con el silencio y él no te metas a la parejita de novios que, desde
el celo y los empujones, no hace más que demostrar la violencia enquistada de
una familia.
En el día de la lucha y erradicación de la violencia hacia las mujeres
debemos ser bien machos, romper con la mierda patriarcal que nos venden por
televisión y esa violencia sexual que no nos hace más que demostrar nuestras
frustraciones sexuales, y luchar con ellas codo a codo, ya que la igualdad se
construye con lucha y si somos más la construcción de esa defensa es mejor.
Comprometete. Porque cuando te vas de putas contribuís
al tráfico, a la violación, al maltrato de una mujer y también, porque la puta
pueden ser tu hermana, tu madre, tu hija o su compañera de vida. Si ves que
alguna mujer es maltratada denúncialo, ayudalas. Muchas veces sólo se necesita
hablar para entender que de un violento sólo se puede sacar más violencia,
porque sabemos que al final del cuento el príncipe azul se tiñe de rojo, en la
mayoría de los casos.
Cuando se grita a una mujer el siguiente paso es el
golpe. Si te golpea no te ama. Si lo hace una vez, lo hará otra más. Él no es
el único que puede cuidarte, vos vales más que el amor que te da y el dinero
que trae a la casa. Recurrí a un amigo y/o vecino para que te ayuden, hace lo
que sea necesario para cuidarte y cuidar a tus seres queridos, pero no vuelvas
con un violento, él intentará hacerte pagar el despecho.
Se están por cumplir 36 horas del último asesinato,
podemos evitarlo. Organizate en tu barrio, hablá con las mujeres de tu trabajo,
busquemos toda la ayuda necesaria y evitemos que siga marchando el reloj.
Artículo publicado en Enlace Crítico el día 25 de Noviembre.
Darío que violentamente no soporta la violencia.
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