Nena
Prefiero
ser yo
el que jala el gatillo
dispara sin razón
y te mata.
Nena,
la herida que sangra es mortal,
pero de muerte lenta.
Y juro que muero.
Prefiero
ser yo
el asesino,
pues
he matado a gusto,
con gusto,
lentamente,
conscientemente.
Nena,
sangro más de lo que tengo,
pero lentamente me muero,
y no regreso.
Prefiero,
por obvia melancolía,
ser yo el asesino.
Tengo el arma,
las ganas
y mis ansias.
Nena
he muerto
y no lo sientas,
a pesar de todo,
te quiero.
Dejaré de llorar cuando pare de llover, dejaré de tomar cuando el vaso diga vacío y mi espíritu de sobre el suelo.
Darío.
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